Se desplazan la tierra, el agua, la naturaleza con los contenidos de la vida desde una arqueobacteria hasta el árbol o el animal más grande del universo; se desplaza y manipula de forma intencional la atmósfera para provocar desastres programados en pro de la dominación, la humillación, la experimentación humana y los sometimientos sin respetar fronteras; se desplazan las cercas a través de la violencia generada por los terratenientes, provocando sistémicamente un nuevo desplazamiento, el de millares de familias campesinas; se desplaza la semilla, el germen y toda posibilidad divina de reproducción por la manipulación y transgresión genética en los laboratorios de las multinacionales; se desplaza el arraigo entre la yunta de bueyes y la voz campesina, por la insensibilidad del hierro de las máquinas pesadas y tractores destructores del suelo; se desplaza el capital sin límites de fronteras, idiomas o husos horarios; se desplaza el don natural del sentido común por la ineptitud; se desplaza la honestidad y lo fraterno por lo mezquino; se desplaza la tierra fértil hacia el mar por las maquinas destructoras de la agroindustria; se desplaza la salud por la privatización y el mercado macabro de las mafias farmacéuticas; se desplaza el sabor, el color y calidad de los alimentos, por frascos llenos de capsulas de contenido muerto; se desplaza la belleza natural de lo femenino por la caricatura artificial de la belleza ligera; se desplaza la energía concentrada del sol, por la necesidad creada de la economía destructiva del petróleo; se desplaza la montaña a pedazos para extraerle cualquier gramo de metal; se desplaza y se discriminan los colores que cubren la tierra con su exuberante floresta para imponer la economía dominante de un par de monocultivos transgénicos, y animales enfermos para ser trasformados más tarde en fétidas hamburguesas; se desplaza cualquier bienestar micro y macro biológico de convivencia por agricultura y tortura; se desplaza la geo transformación de las rocas y de la tierra por un mundo cultivado de forma veloz, artificial, soluble y envenenado; se desplaza lo natural del envejecimiento y la descomposición, por la falsa creencia que entre más se tiene y más se domina al otro, más se retarda la muerte; se desplaza el orden de los elementos de la tabla periódica para estudiarlos en los laboratorios para provocar el mal y extrapolar la economía de guerra a cualquier lugar; se desplaza el jardín natural por la frialdad del plástico que trata de imitarlo en vano; mientras dormimos, el dinero se desplaza constantemente sin límites de tiempo y fronteras, para aumentar la absurda diferencia entre los pocos que tienen mucho y los muchos que tienen muy poco o nada; desaparece la mano amiga, aparecen la traición y la mano oscura disparando desde detrás de las cortinas; se desplaza y se escarba la tierra grano a grano para extraerle cualquier piedrita que haya apretado el carbono de forma natural, para transformarlo en diamante; se desplaza y se esconde la abundante producción de comida hacia las bodegas del mercado, para programar, provocar y especular con el hambre; se desplazan las plantas medicinales y el conocimiento herbolario de las comunidades rurales por veneno y droga enfrascada; se desplaza y se manipula el desarrollo normal de los animales domésticos del traspatio, por las máquinas de hacer preparaciones con hormonas milagrosas para que crezcan más rápido, en un tiempo determinado por la ansiedad del lucro; se desplaza el dialogo cultural de la tienda del barrio, como mecanismo de construcción social y aparecen las grandes superficies que nada producen de lo que venden, pero que estafan a los campesinos que las proveen; se desplaza: el derecho a la salud y aparecen clínicas especializadas en nada, la farmacia, el hospital, la funeraria y el cementerio; se desplaza la fotografía en papel, desaparece el albúm familiar y aparece la imagen digital, frágil soporte para la memoria familiar; se desplaza al peluquero y surge lo artificial, el salón de la estética banal en los centros comerciales; se desplaza al cartero y la noticia escrita por conexión directa entre el cerebro, la creatividad del trazo escrito y los dedos que la escribieron, aparece la noticia fría sin ninguna emoción del internet; se desplaza al personaje típico y folclórico del barrio que nos entretenía con historias y cuentos, y que a veces nos hacía correr en estampida infantil, y extrañamente desaparece como el loco que hay que amordazar para llevarlo a la clínica de la especulación y la mafia psiquiátrica; se desplaza lo normal del comportamiento humano, por el apetito voraz del capital revestido de codicia; se desplaza el barro y lo flexible de la construcción, el adobe, la tapia, las casas de bahareque, el costal de fibra vegetal, la paja y el bambú entrelazados con caña brava y se les estigmatiza como lo insalubre, lo atrasado, lo primitivo y lo poco moderno, se imponen el cemento, el hierro, la rigidez y rapidez de las mezclas sintéticas pues la casa de los abuelos antes duradera por herencia, es cosa del pasado, debe darse a la construcción moderna para la especulación inmobiliaria o la remodelación descartable, inspirada en la fantasía del lujo de los materiales antinaturales; se desplaza la comida cocinada con calor y vapor natural, aparece el microondas con su capacidad y velocidad destructiva de los alimentos, transformándolos en bocado suicida que la modernidad nos ofrece, pues la comida es transformada en bagazo que no nutre; se desplaza el paseo a pie, y la minga del hacer con placer la comida familiar en el fogón de leña en el campo, aparece el falso paquete del ecoturismo, la comida chatarra y narración pasajera, muchas veces equivocada de quien se identifica como ser el guía de la excursión, para variar, en muchas ocasiones el paseo y los gastos son millonarios, pues el mismo termina en un centro comercial de bisuterías, el mandato del mercado es único, regresar con una bolsa llena de recuerdos descartables; se desplaza el calor de madre, por un lugar donde se embodegan o guardan bebes como objetos, pomposamente llamadas guarderías; se desplaza lo intuitivo y la emoción por la imposición de la razón; se simplifica lo heterogéneo por la homogenización, dándole la bienvenida a la vulnerabilidad humana para sobrevivir. A una velocidad ecocida la memoria de las diferentes culturas universales desaparece lo distinto, el lenguaje multiétnico se erosiona por la imposición del lenguaje único del colonizador; las leyes impositivas del libre mercado desplazan la posibilidad de lo durable y perenne; se desplazan las múltiples funciones del cerebro por el consumo de innúmeras comodidades que el mercado nos oferta, a cambio se pierde totalmente la coordinación motora natural, los dedos se atrofian y ya no juegan con la suficiente habilidad para instalar un cuadro o manejar un martillo y un clavo ; se desplaza la porosidad de la tierra, se le asfixia y se inunda para saquearla; se desplazan los diferentes colores de la piel tratando de imponer la más débil y tirana, la del pálido colonizador; se desplaza la economía trasparente del trueque y aparece el usurero, se desplaza el vidrio y lo reutilizable por el plástico descartable y contaminante ;se desplaza el parto natural y la partera por la oferta de la cesárea precoz en manos de la carnicería y mercadotecnia médica; se desplazan la autogestión y el desarrollo local de las comunidades, y aparece el control policivo e impositivo de un sistema servil, fiscalizador y corrupto, se desplaza el calor nutritivo y saludable de la leche materna por leche en forma de polvo mercantil, se desplazan el barro y la artesanía durable, original y única, por la producción en serie; se desplaza la concentración natural de los rayos solares transformados en azucares, por endulzantes de sabores y colores artificiales cancerígenos; se desplaza el bronceado natural de la piel por los bronceadores y cremas destructoras de la transpiración natural de la piel; se desplaza el brillo esmaltado natural de los dientes por el blanqueamiento, para distribuir las falsas y pálidas sonrisas de la hipocrecía; se desplaza el envejecimiento natural de la piel por el estirón económico de la estética temporal y mortal; se desplazan la carne y la grasa humana para darle al cuerpo formas de fantasías eróticas; se desplazan la fibra del algodón, la lana y el pelo, por el poliéster, destructor de tejidos culturales ancestrales y economías locales, destructor del medio ambiente y contaminante de ríos y mares; se desplazan colores que nos ofrece la naturaleza por tintes artificiales, cargados de metales pesados que impregnan las ropas; se desplazan la libre manifestación del pensamiento, la poesía y la música por la cárcel, la tortura y el asesinato; se desplazan la contemplación y la sensibilidad, apareciendo lo fugaz, lo descartable, lo efímero, y la posibilidad de descubrir la belleza que se revela a ojos escleróticos incapaces de distinguirla; se desplazan el gusto y el sabor, los sabores se han reducido y atenuado de la misma forma que ya no se piensa como se pensaba, pues todo lo que puede ser diferente como la libertad, suena y resuena a peligro para las clases dominantes; se desplazan la escritura, la lectura y el manoseo de los libros, dando origen al zombi, al idiota que teclea creyendo escribir, leer o saberlo todo, cuando la realidad es otra, pues se trata de un ropaje externo, falso y el vacío interior es total, el movimiento intestino-cerebral es eminente, elegante y sutil, en ese vacío creado a propósito, se instalan las herramientas precisas del dominador Google, YouTube, Facebook, internet y portales, entre otros mecanismos, muchos de los cuales planificados y todavía no sacados de la manga por parte del mercado esclavizador de la nanotecnología. El WhatsApp desplaza la modulación total de la lengua para el dialogo interpersonal y los ojos ya no son utilizados para observar y contemplar con quien nos podíamos comunicar o simplemente saludarnos y compartir una comida, pues los mismos están entretenidos con los juguetes que nos venden, quienes nos entretienen para que nada nuevo pase. Los logros de un ser humano, antes llenos de sabiduría pasan a ser objetos y piezas descartables del mercado. El estímulo al consumismo descerebrado de la tecnología es el mayor de los éxitos del macabro especulador; se desplazan los oídos para escuchar y reanudar la palabra a quien escuchábamos, pues el sonido de la voz de la obediencia supera cualquier sensibilidad auditiva. Se desplazan gradualmente las capacidades humanas de autocrítica, auto estima y autonomía para comercializar y monetizar las necesidades básicas, imponiéndose el consumismo como un mecanismo de los poderosos para abrirse paso y lograr las metas de la rentabilidad económica de forma rápida y rapaz. El pensamiento de lo colectivo sucumbe frente a la individualidad y el egoísmo; el miedo se impone y se inventa como la mejor herramienta para doblegar a quienes estimulen la libertad y la creatividad como hijas de la sabiduría que libera. Atragantarse a toda costa parece ser el mensaje o el mandato de los pocos con mucho poder" económico, insensibles y revestidos de pobreza interior, incapaces de reconocer que el misterio de lo sagrado será siempre su incertidumbre dentro de los límites de su arrogancia psicópata y anti humana, donde la pesadilla y la agonía de su destino final los llevara nuevamente a ser la papilla mineral que retro alimentara la espiral infinita, donde surgió el caldo milagroso de las arqueobacterias, pues la muerte es certera e inaplazable para todos, y los espacios nuevamente serán reacomodados por la vida de forma natural, sin la necedad de la participación humana; así será el triunfo de lo de antes, el restablecimiento del milagroso microcosmos, como una nueva partida sin la presencia de la especie humana, donde la posibilidad de compartir una vida feliz para todos fue truncada por los intereses y el egoísmo de un capitalismo avaro, impositivo, industrial, eco-suicida, lleno de codicia y salvaje.
Carlos Cuauhtemoc Sanchez Ser Feliz Es La Metal
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